En la mitología hindú…
Para el hinduismo, Kúrma es la segunda
encarnación de Vishnú que apareció en el Satya Yuga como una tortuga gigante con el fin de salvar a la tierra de la destrucción.
También representa por sus características al plano tamásico, es decir, la inercia, la inmovilidad (Tamas es una de las 3 Gunas o cualidades de la materia).
Más allá de la mitología, la tortuga es símbolo de sabiduría, longevidad y firmeza.
La capacidad de la tortuga de retraerse en su
caparazón representa para los yoguis esa concentración que es esencial para
abstraer los sentidos de lo que lo rodea, al igual que la tortuga que se
repliega dentro de su caparazón.
Si miras con detenimiento a una tortuga te transmitirá esa serenidad, esa fortaleza propia de su estructura y movimiento. Por eso este gesto nos invita a volver los pensamientos hacia nuestro centro interno, sobre todo cuando estamos sobre estimulados por todo cuanto nos rodea. Abrir un espacio, centrar la atención en el centro de las palmas de las manos es una buena invitación a ir hacia adentro, y desde allí, examinar y tomar las situaciones cotidianas con mayor calma.
Hay variantes en este mudrá. Puedes elegir la que sea más se ajuste a tus necesidades, no sólo para usarlo como punto de concentración en la meditación, sino para utilizarlo en la práctica de un ásana que necesite estabilidad y equilibrio.
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