Si contemplamos su aspecto físico, el cisne necesita discernir el alimento que ha de llevar a su boca sin que esto le represente un problema a la hora de digerirlo. Un alimento más grande que su cuello lo asfixiaría.
Llevado hacia nosotros, se trata de un tipo de conocimiento capaz de discernir lo verdadero de lo falso, de lo importante de lo que no lo es, esto en lo que se refiere a la BÚSQUEDA ESPIRITUAL. Es decir, concentrarse en el verdadero propósito de la vida (conocerse a uno mismo, y llegar a la iluminación) sin detenerse en las cosas impermanentes que se cruzan en nuestro camino.
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¿Qué creamos a cada momento en nuestra vida?
Como lo hemos mencionado anteriormente, el cisne tiene un cuello largo y estrecho, es por ello que tiene que observar y "elegir" sabiamente cómo se alimentará. Esta inteligencia natural, nos lleva a pensar también en aquellas emociones o situaciones que nos "tragamos" sin necesidad, en vez de reconocer, evaluar y elegir lo que, internamente, va a formar parte de nosotros.
En la práctica de ÁSANA, experimenta conectar con este gesto a través de la sutileza del contacto de los dedos, Visualiza tu ENERGÍA PRÁNICA proyectada desde tus dedos a través del "cuello" (brazo y antebrazo), ascendiendo hacia tus hombros. Observa la BELLEZA del gesto. Crea tu "cisne" transformando tu posición, volviéndola más activa y más viva, y a la vez más estable y confortable.
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